* Todo hombre, como toda mujer, se vincula por afinidades y desacuerdos.
* La vivencia de vacío ya la tenés de antemano: date una nueva oportunidad.
* No te apresures. La ansiedad no sirve, actuá con cautela y criterio de realidad.
* No intentes modelar al hombre a la imagen de tus sueños. El hombre que está frente a vos es una realidad, no una imagen de lo que debería ser.
* Los hombres adultos, con historias afectivas pasadas, se asustan cuando se los apuran. Las mujeres adultas, con historias afectivas pasadas, se asustan porque temen perder al hombre encontrado.
* No atosigues al hombre con mensajes y demandas innecesarias: son todos mecanismos para no sentir el vacío y la soledad.
* No dejes tus espacios personales para “entregárselos al hombre soñado”. Por el contrario, defendelos. Serás más respetada por independencia que por sumisión.
* Hay experiencias que son sólo sexuales y otras más comprometidas. No metas todo en la misma bolsa.
* No te engañes pensando que para tener relaciones “algo de afecto tenés que sentir”, como si el deseo sexual fuera poco o nada.
* Hay hombres bien dispuestos a una relación. No puede ser que no tengas la suerte de encontrarte con alguno.
* Sacate de la cabeza las consabidas frases; “ya no hay hombres”, “ninguno quiere compromiso”, “todos quieren sexo”, etc. Son meros mecanismos que refuerzan la fantasía del “hombre ideal” y te alejan de las posibilidades actuales de conquista.
* Rescatá la desfachatez juvenil, la audacia y la alegría. Desechá la imagen del “príncipe azul” en el horizonte de tus renovados sueños. Ya no sos una princesa vestida de rosa: te cabe la responsabilidad de lograr una madurez en plenitud.
Dr.Walter Ghedin. Médico psiquiatra y sexólogo. Autor del libro "La vagina enlutada".
No hay comentarios:
Publicar un comentario