Mané Castro Videla - Mujer Poeta y Artista Plástica Argentina - Española

sábado, 31 de mayo de 2014

Namasté



Perdonar es no olvidar, ni minimizar ni justificar ni menos reconciliar
Perdonar es el acto que hacemos para y por nosotros 
es salir del pasado y avanzar sin esperar nada del otro
es no dar permiso que las acciones, palabras, sucesos nos condicionen
es  amarse y vivir el ahora en plenitud en la más absoluta libertad
Namasté
Mané

lunes, 19 de mayo de 2014

el fiscal, Mané



El fiscal José María Campagnoli, un hombre sensato, honrado
en que este inmundo relato revolucionario nacional y popular le hizo y hace la vida imposible tan solo por cumplir su deber, esto es una prueba más de lo que hace el relato de la mandataria del pueblo. 

Los irrespetuosos padecemos por ser, por hacer y decir... esa es la verdad y el fiscal es uno de tantos de los miles que hay y existen en suelo argentino, los aprietes son de todo tipo y clase, A NO MENTIR MAS
Todo se paga y muchos "cultos" "maestros" sembraron violencia, amordazaron y borraron a otro ser al amigo de un plumazo por no ser cristinista, o simplemente porque sus razones les decia que eran violentados por las expresiones y el hacer de uno, es de terror el fundamentalismo que hay y prevalece... Mucho dolor y sufrimiento hemos padecido y encima nos tildan que somos irrespetuosos invadiendo nuestros espacios, los que nos son propios, muchos argentinos hemos sido maltratados y nos hemos enfermado de dolor por las acciones y dichos de éstos.
No es fácil levantar la voz pero el no callar y poner palabra cierta Es la razón de muchas vidas y de miles de locos lindos, imprevisibles que nadie sabe como pueden responder... 

Mané

lunes, 12 de mayo de 2014

las palabras



A limpiar-se los ojos y la mirada
hay que tener cuidado y estar atentos
hay muchos vivos muertos
que lo único que hacen es el mal
y pretenden engañarte con mentiras.
No te calles!!!
Se sano y respeta tu vida, 
Mané

domingo, 11 de mayo de 2014

Argentina violenta

El fanatismo es una enfermedad
El fin del perverso relato de la mandataria más violenta y corrupta que con sus mentiras mata a miles y miles de personas a diario, esto es lo que hay porque la han votado un 56% de inconscientes y/ o irresponsables que deberán asumir su responsabilidad como tal al darle el voto a una pobre mujer decadente e ignorante con corazón de piedra.
Esta miserable y deplorable mujer, enferma de codicia y sed de venganza, mentirosa de un ficticio y aparente matrimonio por conveniencia es la que dice y tiene el tupe de decir que no tenemos una sociedad violenta
Cárcel de por vida es lo mínimo que se merece esta mujer y madre de hijos enfermos


Mané

viernes, 9 de mayo de 2014

CARTA DE UNA MUJER INDÍGENA


Soy una mujer indígena, hija de la tierra y el sol,
pertenezco a una raza con una cultura milenaria que hoy conservo como un tesoro…
Convivo con lo que me rodea, con la lluvia, el viento, la montaña, el cielo…
Soy feliz en estas soledades…
tengo tiempo para contar las estrellas,
tiempo para poner mis sueños al día,
para danzar con los pájaros sintiendo el aire fresco del amanecer
y hablar en silencio con los animales, con las plantas, con los espíritus…
Sé sembrar con la Luna los frutos del alimento,
teñir la lana para hacer el tejido,
hacer medicina como me enseñó mi abuela,
cantar al nuevo día.
Sé amasar sencillamente con fidelidad y con ternura…
Soy mujer indígena, mujer como la Madre tierra,
fértil, callada, protectora y fuerte.
Yo no sé de economía, ni de bancos, ni de política ni subvenciones.
Pero si sé cuando mi mundo está en peligro
y sé cuándo las cosas son buenas o no.
No entiendo de muchas cosas,
a la gente del gobierno que vienen con muchas promesas,
palabras de aire cuando hay elecciones y después nada,
a los que vienen a querer cambiar mi mundo, mis vestidos, mi espiritualidad…
los que roban, los que experimentan con mis hijos,
o les sacan sus órganos para los winkas ricos,
los que mienten, los que me sacan las tierras, los que me explotan, los que intercambian mi arte y mis tejidos por comida o alcohol y me pagan una miseria por el trabajo de meses
para venderlos en las ciudades lejanas de Europa.
No entiendo a los que se hacen mis amigos para sacarme conocimientos, los que vienen con grandes máquinas para talar el bosque, los que agujerean la tierra para sacarle su sangre,
los que esconden en la comunidad basura en bidones para contaminarnos, los que nos ponen vacunas, los que experimentan con mi sangre, los que tienen buena fe y creen que vienen a ayudarme a integrarme poniéndome cables de luz y trayendo la “caja boba” para confundirme,
los que me ponen zapatos,
los que quieren cambiar mis costumbres ancestrales,
los que me miran como un bicho raro y me sacan fotos,
los que quieren que baile por dinero,
los que vienen con muchas palabras bonitas a hacer iglesias
en nuestros lugares sagrados,
los que intentan esclavizarme con dependencias ajenas a mi cultura,
los que entran armados en nuestras tierras para echarnos,
a los extranjeros que vienen de vacaciones
de guerrilla a enfrentarme con los militares y luego
se van protegidos a sus lejanas tierras…
a veces las cosas se ponen peor para nuestra gente, nos apresan, nos matan…
Tampoco entiendo a los que me desprecian,
los que me ignoran,
los que no les importo nada y me roban todo, hasta mi dignidad…
Soy mujer indígena y sé lo que quiero…
cambiar cosas, esas cosas que duelen dentro
y se van agrandando como la impotencia, el desamparo,
la destrucción, las palabras incumplidas, el desamor
y ese sentimiento de estar siendo violada constantemente.
Quiero gritar
¡Déjenme en paz!… Quiero seguir viviendo así
simplemente, con la tierra y mi gente,
la que ríe, la que crea,
la que vibra la vida así como es, sin alterar las cosas,
la que comparte, la que acaricia,
la que no tiene prisa y ama sin esperar nada,
la que no se aburre…
Quiero que me respeten,
soy mujer de la tierra, fuerte como el árbol
que resiste al viento como el junco en la corriente,
firme como la montaña más alta, frágil como el colibrí
y dulce como los atardeceres.
Soy mujer indígena, hija de la tierra y el sol
y aunque no entienda muchas cosas,
se lo que quiero, tengo esperanza y sé que las cosas
van a cambiar.
Gladys Vila Pihue ha dado vida a la Carta de una Mujer Indígena, de la autora Chelita – Sudamérica y que se encuentra en la revista “Yo Indio” Nº 4.

miércoles, 7 de mayo de 2014

eterno desnudo amor, Mané



Vivimos en tiempos
que es preciso
definir-se,
dar la cara
sin actitudes vergonzantes.
sin necios alardes
Sabiendo
lo que se debe hacer
-desde adentro-
sin fluctuaciones accidentales
Palpitando
la realidad del mundo
Definir-se 
con rectitud
y sin dobleces
 Siendo
uno mismo
cumpliendo el rol
que elegimos ser
con alegría,
sin dramatismos,
sin miedos, 
firmes
con transparencia
 Ser  - siendo
las manos que alivian
los ojos que orientan
los brazos que ayudan
La paz de los silencios
y en el canto de los pájaros
tan solo ser- siendo 
la palabra del gozo
en todo su esplendor
en el misterio
que aun entre penumbras
te digo y te entrego
 eterno desnudo amor

@Mané