Mané Castro Videla - Mujer Poeta y Artista Plástica Argentina - Española

domingo, 30 de junio de 2013

La verdad, Manè


la verdad
es tu verdad
y es mi verdad

La verdad 
no es lo que la mente juzga 
No, no lo es

No es limitar en la medida
en lo correcto  e incorrecto,
o bien  y mal, 
es mucho más
si es justo o injusto.

La verdad 
es lo que es
sin que nada condicione,
sin que nadie
nos juzgue 

La verdad es
que tan solo 
soy,
tu espejo

@ Manè



sábado, 29 de junio de 2013

29 de Junio Dìa del Sumo Pontifice




Que la luz divina lo guíe

para que con firmeza pueda realizar

todos los cambios necesarios e imprescindibles

para un iglesia católica justa! Manè

Por siempre eterno Rumi!


Nunca el amante busca sin ser buscado por su amada. 
Si la luz del amor ha penetrado en este corazón, sabe que también 
hay amor en aquel corazón. 
Cuando el amor a Dios agita tu corazón, también Dios tiene amor 
para ti. 
Sin la otra mano, ningún ruido de palmoteo sale de una mano. 
La sabiduría Divina es destino y su decreto nos hace amarnos el uno 
al otro. 
Por eso está ordenado que cada parte del mundo se una con su 
consorte. 
El sabio dice: Cielo es hombre, y Tierra, mujer. Cuando la Tierra no 
tiene calor, el Cielo se lo manda; cuando pierde su frescor y su rocío, 
el Cielo se lo devuelve. El Cielo hace su ronda, como un marido que
trabaja por su mujer.Y la Tierra se ocupa del gobierno de su casa: cuida de los 
nacimientos y amamanta lo que pare. 
Mira a la Tierra y al Cielo, tienen inteligencia, pues hacen el trabajo 
de seres inteligentes. 
Si esos dos no gustaran placer el uno del otro, ¿por qué habrían de 
andar juntos como novios? 
Sin la Tierra, ¿despuntarían las flores, echarían flores los árboles? 
¿Qué, entonces, producirían el calor y el agua del Cielo? 
Así como Dios puso el deseo en el hombre y en la mujer para que el 
mundo fuera preservado por su unión. 
Así en cada parte de la existencia planteó eldeseo de la otra parte. 
Día y noche son enemigos afuera; pero sirven ambos un único fin. 
Cada uno ama al otro en aras de la perfección de su mutuo trabajo. 
Sin la noche, la naturaleza del. Hombre no recibiría ganancia alguna, 
y nada tendría entonces el día para gastar. 
( R. A. Nicholson, Rumi, Londres, George Allen and Unwin, Lid., 
1950, págs. 122-3.) 
 

sábado, 22 de junio de 2013

Elimino, Mané


Elimino todo
aquello que es superficial
a favor de lo que es esencial...!


Quedo
con el corazón descalzo!

@ Mané


 

miércoles, 19 de junio de 2013

Ah! Mané



Es él,
el corazón
el que anda
en reparaciones
Reconozco
ser muy vulnerable
y  siempre
quedo
-expuesta a todo-
Es así, soy
y me llamo
Mané
Siempre
sostengo el tiempo
el tuyo
y el mío
Enhebro mis des-tiempos
corto los flecos deshilachados
en cada día
que nos elegimos
y elegís
mi andar descalzo en la mirada

 @Mané

domingo, 16 de junio de 2013

El hombre sin cualidades Mario Vargas Llosa


 

Estuve una semana en París y el fantasma de Hannah Arendt me salió al encuentro por todas partes. En tres cines del Barrio Latino exhibían la película que Margarethe von Trotta le ha dedicado y me gustó mucho verla. No es una gran película pero sí un buen testimonio sobre la recia personalidad de la autora de Los orígenes del totalitarismo, su lucidez y su insobornable independencia intelectual y política.
El film está casi totalmente centrado en el reportaje que Hannah Arendt escribió, a pedido suyo, para The New Yorker sobre el juicio al criminal nazi Adolf Eichmann que se celebró en Jerusalén en 1961, y el escándalo y la controversia que provocó, sobre todo al aparecer ese texto ampliado en un libro en 1963, donde la pensadora alemana desarrolla su teoría sobre “la banalidad del mal”. La actriz Barbara Sukowa hace una sutil interpretación de Arendt; la mayor flaqueza de la película es la fugaz y caricatural descripción que presenta del vínculo que unió a Hannah Arendt con Martin Heidegger, de quien fue primero discípula, luego amante eventual y al que, pese a la cercanía que aquel tuvo con el nazismo, profesó siempre una admiración sin reservas (al cumplir Heidegger 80 años le dedicó un largo y generoso ensayo).
Y, justamente, nada más salir del cine de ver esa película, descubrí que en el pequeño teatro de La Huchette, donde se siguen dando las dos primeras obras de Ionesco (La cantante calva y La lección) que vi en 1958, se representaba también la obra de un autor argentino, Mario Diament, Un informe sobre la banalidad del amor, subtitulada Historia de una pasión, y dedicada a las relaciones de Hannah Arendt y Heidegger.
¿Existió realmente una pasión entre la brillante muchacha judía que padeció persecuciones, pasó por un campo de concentración y debió exilarse en Estados Unidos para escapar a la muerte y el gran filósofo del ser, que aceptó ser rector de la Universidad de Friburgo bajo las leyes nazis y murió sin haber renunciado nunca a su carnet de militante del Partido Nacional Socialista? En la obra de Diament, sí, tuvieron una pasión compartida, duradera y traumática, que ni las atrocidades del Holocausto pudieron abolir del todo. La obra está bien hecha y los dos actores que encarnan a los protagonistas son magníficos —Maïa Guéritte y André Nerman—, pero en la realidad, al parecer, la pasión fue bastante asimétrica, más profunda y constante de parte de la discípula que del filósofo, en quien aparentemente tuvo un sesgo más superfluo y transitorio (la verdad es que sobre este asunto hay todavía más conjeturas y chismografías que verdades comprobadas).
Sorprende que el admirable ensayo de Hannah Arendt recibiera tantos ataques grotescos
En todo caso, estos episodios me llevaron a leer Eichmann en Jerusalén, que había dejado sin terminar la primera vez que lo tuve en las manos. Leído ahora, medio siglo después de su publicación, sorprende que ese denso, intenso y admirable ensayo pudiera provocar al aparecer ataques tan grotescos como los que recibió su autora (llegó a ser acusada de “pro nazi” y “anti judía” por algunos exaltados fanáticos que firmaron manifiestos para que fuera expulsada de la universidad norteamericana donde enseñaba). Pero no debería llamarnos demasiado la atención pues el siglo XX no fue sólo el de las grandes carnicerías humanas sino también el del fanatismo y la estupidez ideológica que las incitaron.
La rigurosa autopsia a que somete Hannah Arendt al teniente coronel SS Adolf Eichmann, hombre de confianza de Himmler y uno de los más destacados especialistas del régimen hitleriano en “el problema judío” —mejor dicho, en la exterminación de unos seis millones de judíos europeos—, a raíz de los documentos y testimonios que se exhibieron en el juicio, arroja unas conclusiones escalofriantes y válidas no sólo para el nazismo sino para todas las sociedades envilecidas por el servilismo y la cobardía que genera en la población un régimen totalitario. El espíritu romántico, congénito a Occidente, nunca se ha liberado del prejuicio de ver la fuente de la crueldad humana en personajes diabólicos y de grandeza terrorífica, movidos por el ideal degenerado de hacer sufrir a los demás y sembrar su entorno de devastación y de lágrimas. Nada de esto asoma siquiera en la personalidad de ese mediocre pobre diablo, fracasado en todo lo que emprende, inculto y tonto, que encuentra de pronto, dentro de la burocracia del nazismo, la oportunidad de ascender y disfrutar del poder. Es disciplinado más por negligencia que convicciones, un instinto de supervivencia abole en él la capacidad de pensar si hay en ello algún riesgo, y sabe obedecer y servir a su jefe con docilidad perruna cuando hace falta, poniéndose una venda moral que le permite ignorar las consecuencias de los actos que perpetra cada día (como despachar trenes cargados de hombres, mujeres, niños y ancianos de todas las ciudades europeas a los campos de trabajos forzados y las cámaras de gas). Con énfasis aseguró Eichmann en el juicio que nunca había matado a un judío con sus manos y seguramente no mintió.
Cualquiera que haya padecido una dictadura, incluso la más blanda, ha comprobado que el sostén más sólido de esos regímenes que anulan la libertad, la crítica, la información sin orejeras y hacen escarnio de los derechos humanos y la soberanía individual, son esos individuos sin cualidades, burócratas de oficio y de alma, que hacen mover las palancas de la corrupción y la violencia, de las torturas y los atropellos, de los robos y las desapariciones, mirando sin mirar, oyendo sin oír, actuando sin pensar, convertidos en autómatas vivientes que, de este modo, como le ocurrió a Adolf Eichmann, llegan a escalar las más altas posiciones. Invisibles, eficaces, desde esos escondites que son sus oficinas, esas mediocridades sin cara y sin nombre que pululan en todos los rodajes de una dictadura, son los responsables siempre de los peores sufrimientos y horrores que aquella produce, los agentes de ese mal que, a menudo, en vez de adornarse de la satánica munificencia de un Belcebú se oculta bajo la nimiedad de un oscuro funcionario.
Esos individuos sin cara y sin nombre son los responsables de los peores sufrimientos
Kafka ya lo identificó en esos invisibles personajes que juzgan y ejecutan a inocentes como K. por crímenes fantásticos e inexistentes, pero el gran mérito de Hannah Arendt es haber sacado de la literatura a ese hipócrita y darle el protagonismo que merece como secuaz indispensable de los verdugos y haberlo tipificado como el agente predilecto del mal en el universo totalitario.
Eichmann “no era ni un Yago ni un Macbeth”, dice Hannah Arendt, ni tampoco un estúpido. “Fue la pura ausencia de pensar —lo que no es poca cosa— lo que le permitió convertirse en uno de los más grandes criminales de su época. Esto es ‘banal’ y hasta cómico, pues, ni con la mejor voluntad del mundo se consiguió descubrir en Eichmann la menor hondura diabólica o demoníaca”. Lo terrible de Eichmann es que no era un hombre excepcional, sino uno común y corriente. Lo que significa que todo hombre común y corriente, en ciertas circunstancias (una dictadura hitleriana, por ejemplo), puede convertirse en un Eichmann.
Algo de esto había dicho años antes Georges Bataille, comentando el prontuario criminal del valeroso compañero de batalla de Juana de Arco al que se le descubrió más tarde que asesinaba niños en serie porque era un pervertido sexual: que, nos guste o no, en el fondo de todos nosotros, no sólo los “malos”, también los “buenos”, se esconde un pequeño Gilles de Rais.
© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2013.
© Mario Vargas Llosa, 2013.

jueves, 13 de junio de 2013

El cuerpo como bandera feminista


Una activista de Femen logra sorprender a Merkel y Putin en Hannover. / getty

La ventaja comparativa de este artículo con respecto a otros es que, probablemente, las fotos de sus protagonistas prendan la máxima atención de los lectores. El reclamo del cuerpo de la mujer, sobre todo si este es joven y bello, suele resultar infalible. ¿Cuántos de esos lectores, sin embargo, se pararán lo suficiente para profundizar acerca de lo que pretenden estas activistas? ¿Qué las anima a jugarse su integridad física o terminar en la cárcel luciendo su torso desnudo?
Las activistas de Femen, movimiento nacido en Ucrania, no siempre protestaron de manera tan llamativa. De hecho, empezaron abrazando los métodos tradicionales del feminismo: miles de mujeres protestando en las calles contra el comercio del sexo y la explotación a la que este somete a tantas féminas en los países del Este europeo, zona habitualmente calificada como un inmenso burdel. Sus acciones pasaban prácticamente desapercibidas hasta que un día, en el año 2010, cinco de ellas decidieron protestar en toples contra el candidato ucraniano Victor Yanukóvich. El impacto mediático fue espectacular, de modo que decidieron seguir la senda hallada: su cuerpo como arma de lucha, como bandera. Desde entonces siempre protestan en toples con pintadas en su torso y una corona de flores que les otorga un cierto aire hippy.
La repercusión lograda en cada acción las reafirma en el método elegido. Cuando se le pregunta a una de sus fundadoras, Alexandra Shevchenko, asegura que no le preocupa que su estrategia sea criticada o que se le acuse de utilizar el estereotipo más clásico (el cuerpo femenino) o de que tan llamativo reclamo acabe ocultando el mensaje que Femen quiere difundir. “Me preocupa más la ausencia de impacto, que las protestas de las mujeres no tengan ninguna repercusión”, explica por teléfono desde Berlín esta joven activista de 24 años que ya ha acabado los estudios y está dedicada por entero a Femen en Alemania. “Es mi misión”, proclama.
Femen lucha contra la industria del sexo porque no cree verosímil que ninguna prostituta ejerza tal oficio de manera voluntaria. También lucha contra todas las religiones y contra todo dictador. Alexandra logró el pasado día 8 romper el cordón de seguridad y colocarse entre la canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso Vladímir Putin en la feria del automóvil de Hannover. En el torso desnudo, Alexandra Shevchenko lucía una leyenda: “Que se joda el dictador”. Fue una experiencia emocionante, pero ahora que tiene que volver a Ucrania, su país, para renovar la visa teme ser arrestada por ello.
Bajo las coronas de flores de estas activistas no hay chicas reivindicando el amor. Les gusta transgredir y juguetear con los símbolos. Basta echar un vistazo a su página web (www.femen.org) para conocer en mayor profundidad su auténtica identidad. Una de las imágenes más impactantes es el montaje fotográfico de una bella joven en toples con corona de flores y alas. Poniendo un poco más de atención en la imagen, una cae en la cuenta enseguida de que las alas son, en realidad, grandes y largas cuchillas de motosierra. Hay en general, en todas sus acciones, una actitud pacífica no exenta, sin embargo, de agresividad.
El periódico británico The Guardian ha dedicado amplios espacios a Femen. La periodista Kira Cochrane visitó a mediados de marzo el cuartel general de Femen en París, donde también han llegado sus tentáculos, y pudo observar en directo el duro entrenamiento al que se someten estas jóvenes activistas que deben estar en forma para sus acciones, saber captar la imagen deseada para la prensa, no sonreír nunca… Porque ellas son soldados, gente disciplinada dispuesta a cumplir su misión.

La repercusión que logran sus protestas les reafirma en el método elegido
La líder del movimiento en París es Inna Shevchenko (no es hermana de Alexandra a pesar de compartir el mismo apellido), que tuvo que dejar su trabajo en Kiev y ha vivido momentos de gran peligro, como aquel en el que la metieron en un furgón y la llevaron al bosque. Creyó que sería violada y asesinada. Al final, solo la obligaron a mantenerse inmóvil, maniatada y desnuda durante siete horas en el bosque y la dejaron tirada en la nieve a la espera de que alguien la encontrara. Eso reforzó sus convicciones.
Tres años después de su primera protesta en toples, Femen, que tiene una estrecha relación con el grupo feminista ruso Pussy Riot, muy perseguido tras realizar una performance en una iglesia ortodoxa, se ha extendido ya a varios países. Está en Alemania y Francia, pero también en Suiza, Holanda, Polonia, Suecia, Brasil, Canadá, Estados Unidos e Italia. No tienen planes de establecerse en España, donde, asegura Alexandra Shevchenko, están logrando un gran impacto. Y, sin embargo, no son muchas. Entre 200 y 300 activistas en total. Eso sí, muy eficaces. Basta con que cuatro o cinco de ellas participen en una acción para lograr una repercusión mediática sin parangón en el movimiento feminista.
En el feminismo clásico, sin embargo, no hay unanimidad sobre ellas. Algunas deploran sus métodos. Otras lo saludan como aire fresco. Son polémicas, en definitiva. Por eso han dado que hablar también en los artículos de fondo. A mediados del pasado año, tras las acciones de protesta de Femen contra el Mundial de Fútbol que, en Ucrania, prometía a los seguidores sexo barato, la escritora francesa Nicole Muchnik salió en su defensa en este periódico. En un artículo titulado Provocación sexual contra la explotación sexual, Muchnik contaba los motivos y los riesgos que asumen los miembros de la organización. La escritora y filósofa feminista Beatriz Gimeno ha publicado recientemente en su blog una defensa de Femen en la que trata de explicar su origen: “Las feministas de Femen sufren formas brutalmente patriarcales que nosotras creemos en ocasiones haber superado”.

Las activistas se preparan como soldados para cumplir su misión
La diputada de IU Ascensión de las Heras no considera que este sea un movimiento realmente original porque la transgresión es un método ampliamente utilizado también por el feminismo, pero lo considera positivo.
En cambio, son muchas las que tienen serias dudas respecto a la estrategia utilizada. Teresa Nevado, presidenta del Forum de Política Feminista de Madrid, por ejemplo, es una de ellas. “Quizá lo que pretendan es llamar la atención primero y luego colocar el mensaje”, reflexiona. Carmen Plaza, directora general de Igualdad de Oportunidades, es otra. “El uso instrumental que hace este movimiento del cuerpo femenino parece incurrir en contradicción con algunos de sus propios postulados”, explica. Carmen Lago y Rocío Nieto, ambas implicadas en la lucha contra la trata de mujeres, no creen que este sea el camino de acabar con un negocio tan lucrativo y obsceno que esclaviza a las mujeres. Lago es la más directa: “No todo vale en este mundo. No entiendo que las mujeres tengamos que ponernos siempre en pelotas. Se han conseguido muchas cosas sin recurrir a ello”, protesta.
Esta semana pasada, la Comisión Europea publicó un exhaustivo informe sobre el tráfico de seres humanos en Europa, que va en aumento (un 18% más entre 2008 y 2010). La mayoría de las víctimas (23.623 solo en Europa) son mujeres y niñas (el 80%). Las mafias que las explotan son de una violencia extrema y rara vez se consigue ponerles coto. Alexandra Shevchenko es una chica joven y guapa y parece llevar impregnado el miedo en el cuerpo. “Anoche mismo, aquí en Berlín”, contaba el viernes pasado, “tuve que echar a correr porque un hombre me perseguía desde el tren en la estación cuando volvía a casa. Eso demuestra que aquí en Europa, en cualquier sitio, pasan estas cosas. Pasé tanto miedo…”.

“No sé por qué debemos ponernos en pelotas”, critica una activista
Frente al activismo clásico, las mujeres de Femen creen estar rompiendo con la mala fama del feminismo, tradicionalmente ridiculizado por el machismo. Como explicaba en Hoy.es la propia Alexandra Shevchenko, ellas han demostrado que en el feminismo no hay solo, como se pretende, lesbianas y feas que solo desean castrar a los hombres.

De Ucrania a los países árabes


Amina Tyler, tunecina de 19 años, desnuda y fumando en su página de Facebook. En su cuerpo se lee: "Mi cuerpo me pertenece y no representa el honor de nadie". Amina se encuentra desaparecida.
No parece la misma mujer. Amina Tyler, una tunecina de diecinueve años, tuvo la osadía de colgar en Facebook el pasado día 1 de marzo una foto suya con el torso desnudo. Aparecía maquillada, fumando y con una leyenda en árabe en su pecho: “Mi cuerpo me pertenece y no representa el honor de nadie”. La semana pasada, hablando a través de Skype con la activista de Femen Inna Shevchenko, parece una niña tímida y asustada tras el calvario sufrido.
A los pocos días de exhibir su atrevida foto cuenta que charlaba con unos amigos en una cafetería del centro de Túnez cuando un primo suyo y su padre la sorprendieron agarrándola con fuerza y llevándosela a casa. Su secuestro movió a las activistas de Femen a emprender una campaña para exigir información acerca de Amina Tyler.
La joven escapó del encierro el 15 de abril y ha contactado desde su escondite con Femen. Dice que pasó varias semanas en casa de su tía, privada de su móvil y de comunicación con el mundo exterior, golpeada, aturdida por los medicamentos que le daban para que estuviera tranquila y obligada a estudiar el Corán y escuchar a un imán durante varias horas al día. Hasta que huyó.
Su madre ha declarado a la agencia France Presse temer por su hija porque lleva seis años en tratamiento psiquiátrico. Es la explicación —la peor y más tradicional para desactivar al que se sale de la norma— que siempre ha dado la familia: que está loca. “No es ella la que está loca”, replicaba en un artículo publicado en el rotativo argelino El Watan el pasado 29 de marzo la abogada y escritora feminista argelina Wassyla Tamzali, autora del libro El burka como excusa. “Es la sociedad la que está loca”.
El mensaje de Femen está calando con especial fuerza en los países que han vivido la primavera árabe, donde las mujeres ven retroceder sus derechos. Allá donde avanza el fundamentalismo, allá donde se extiende el velo integral como un deber religioso inexcusable, está penetrando con mayor nitidez el mensaje transgresor y liberador de las mujeres que reivindican su cuerpo como algo propio. Tamzali aplaude el movimiento de Femen sin ningún tipo de paliativos. “La suya es una acción inteligente y valiente, sobre todo en los países árabes donde se ha llevado a las mujeres a situaciones de gran peligro”, dice por teléfono desde Argel. Cree que las acciones de Femen han coincidido con movimientos similares en Egipto, en Túnez o en su propio país. “Asusta ver a una mujer con burka”, dice. “Y es triste saber que ha hecho falta llegar a esto, a este extremismo, para que la gente comience a reaccionar. Todas las formas de feminismo son interesantes, importantes y complementarias y para mí es más violento, pornográfico y contranatura velar a una niña de tres años que todas las acciones que pueda realizar Femen. Son los islamistas los que ejercen la violencia mientras que las chicas de Femen se limitan a mostrar a la mujer tal como es”.
La abogada de Amina Tyler le ha recomendado que abandone Túnez. Puede ser condenada a seis meses por escándalo público. Ella está dispuesta a irse. Pero antes, ha dicho, hará otra protesta. En toples.

Fuente Diario El País

Mi apoyo total a femen
www.femen.org

Nunca es tarde para despabilar-se!

martes, 11 de junio de 2013

Y fue...

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL: “LA CORTE SUPREMA SENTÓ JURISPRUDENCIA CONTRA LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS



La Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un fallo, b...asado en el dictamen que elaboró la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, para levantarle un embargo por US$ 19.000 millones a la Chevrón Corporation, otorgándole impunidad a una de las petroleras más cuestionadas por violaciones a los derechos humanos, colectivos y ambientales en el mundo.

Luego de 20 años de luchas, el hermano pueblo de Ecuador le ganó un juicio a la Corporación Chevrón por devastar intencionalmente 500 mil hectáreas de selva del Amazonas durante 30 años, provocando muerte, destrucción y desplazamiento de miles de indígenas y colonos que habitan en esa región.

Más allá de los daños irreparables, este juicio permitió que la justicia civil argentina embargase a la filial local de Chevrón con la ratificación unánime de la Cámara de Apelaciones. Surgía de esta manera, la primera oportunidad para que la Corporación Chevrón se viese obligada a respetar la condena que desconoce y se niega a cumplir.

Pero no sólo se impidió esto sino que, gracias al fallo de la Corte Suprema, también se permitió al Gobierno celebrar, a través de YPF, un contrato con Chevrón muy desfavorable para los argentinos, por un monto de U$S 1.500 millones para explotar el yacimiento de Vaca Muerta. Tanto es así, que miembros del directorio de YPF han renunciado para no ser cómplices de esta estafa.

Me pregunto si Ricardo Lorenzetti, quien preside un Consejo Internacional de Jueces para proteger el ambiente en el marco del “Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente” sabía, cuando firmó, que Texaco-Chevrón arrojó alrededor de 16 mil millones de galones de agua tóxica a los esteros y ríos de la Amazonia, que vertió intencionalmente 650 mil barriles de crudo y que construyó 880 fosas sin recubrimiento que fueron depósitos de crudo y sus desechos.

Me pregunto si saben Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Carmen Argibay, Raúl Zaffaroni y Helena Highton de Nolasco que con su firma le han abierto la posibilidad a Chevrón para que destruya nuestro país al igual que lo hizo en Ecuador.

Me pregunto qué entiende Gils Carbó por democratizar el acceso a la justicia, si mientras se penalizan las protestas sociales de los Pueblos Originarios se absuelve a corporaciones que violan nuestros derechos como humanos.

¿Se han preguntado qué va a pasar cuando pueblos damnificados en Argentina se vean obligados a demandar a una transnacional para lograr justicia y dignidad?

Nuestra Corte Suprema ha sentado jurisprudencia en contra del propio pueblo argentino y de los hermanos pueblos latinoamericanos, que han resistido permanentemente y han actuado para preservar su identidad, su honor, sus recursos y su vida.

Por esto la Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), junto a los argentinos y argentinas que queremos soberanía y dignidad para nuestro pueblo frente a las multinacionales, rechazamos este fallo y solicitamos su urgente revisión.

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz
Presidente del Servicio Paz y Justicia

sábado, 8 de junio de 2013

el ruido de las emociones



El ruido de las emociones
ensordecen
Tomar distancia
es siempre la mejor opción
para tener claridad, lucidez
y sensatez
a la hora de tomar decisiones

Mané




viernes, 7 de junio de 2013

7 de Junio Día del Periodista



Es en homenaje a la fundación por parte de Mariano Moreno del primer diario de la etapa independentista argentina, La Gaceta de Buenos Aires, un 7 de junio de 1810.

El Día del Periodista fue establecido en 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba, en recuerdo del primer medio de prensa con ideas patrióticas.

El 7 de junio de 1810 Mariano Moreno fundó la "Gazeta de Buenos Ayres", primer periódico de la etapa independentista argentina. La Primera Junta creada luego de la Revolución de Mayo decretó la necesidad de su fundación para poder anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales. Sus primeros redactores fueron Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli.

En el primer número, Mariano Moreno escribió: “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con quien miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos.