Una excelente definición se encuentra en su libro Elogio de la vigilia:
"Se tiene miedo de esto o aquello, se teme en un qué determinado. Quien padece angustia, en cambio, De qué se angustia? De nada. El lenguaje usual dice, en efecto, exactamente: angustiarse de nada. Si fuera necesario atribuir un objeto a la angustia, debería decirse que el objeto de la angustia es la nada... El miedo versa sobre esto o aquello; la angustia conmueve y quebranta la raíz de la existencia y se cierne sobre todo aquello que es".
El ser como todo el mundo me aplaca, me conforma, me hace sonreir... El ser como yo mismo, en mi autenticidad produce angustia ante el vacío de un mundo sin amparo y la presión de la libertad