
Un monarca injusto preguntó a un hombre justo que acto de piedad le recomendaba.
El respondió:
- Vuestra siesta, señor, pues durante ese breve tiempo el pueblo está libre de vuestra tiranía.
Vi a un tirano durmiendo y pensé: ‘Sería mejor que durmiera siempre’.
Cuando un hombre es mejor dormido que despierto, está mejor muerto que
vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario