
Durante la noche de ayer inventé un nuevo placer y cuando lo probaba por primera vez, un àngel y un demonio irrumpieron en mi casa. Se encontraron en el umbral y discutieron, cada
uno desde su posiciòn, sobre mi nuevo placer creado; uno gritaba: "¡Es un pecado!·" y el otro: "¡Es una virtud!".
EL TRABAJO ES AMOR HECHO VISIBLE
por Khalil Gibrán
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