lunes, 5 de septiembre de 2011
Todo tiene un principio...
Una mujer descalificada, desvalorizada y no tenida en cuenta por su pareja. Una mujer que tiene mucho miedo a ser abandonada. Trata de hablar, pero no es escuchada. Grita, llora y…
Después de un tiempo, se “acostumbra”, se “adapta”.
No reclama más y se resigna a un desamor que la va carcomiendo lentamente. Las mujeres somos más vulnerables a sufrir las consecuencias de una mala relación de pareja.
El amor se vive, se siente, no se padece.
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