Es tarde-
No me caben en los bolsillos más que mansiones destruidas
fagocitándose unas a otras, servidas como entremeses
alentándose mutuamente a su última visión en ruinas
mansiones sobrevivientes, bastiones imperfectos
lucen erguidos con reflejos de tigres en los ojos
imperios alicaídos , doblegados , cenicientos
desanimados, bermejos y morados
casas de mis virtudes donde hoy se desparraman
tristemente el odio y la pereza
y gruñen su ingratitud de perros moribundos
los despojos indolentes a su presencia
ah, cómo cabalga la ausencia empedernida
llega a puentes colgantes y se inclina ante los arcos
deprimida fuerza el estandarte, de hielo los guerreros
de espinas los quebrantos , se yergue
sin corona , espada , puñal que la asesine
¡cómo duele la última sangre que escurre traicionera
herida estoy junto a los hornos de pan de los egipcios
huelo a la harina de todos los proverbios
de los salmos, de los jeroglíficos que perduran en el desierto.
Tarde ...en mis bolsillos no me caben más que ruinas, qué tristeza!
II
Me empolvaré las manos
lo intentaré de nuevo , la vida no es remanso
arriar lo que ha caído en esos pozos
de incertidumbre y miedo al borde del abismo.
compleja con sus ojos de abisinia
lamentada y grotesca soy la gitana naufraga
antes de este siglo, la asesina de sueños
hoy el estilete elevado baja a la garganta
y se clava en el cimiento de mis ruinas
¡qué esclavitud me aguarda
por ansiarla otra vez altiva en el altar del viento
sin sentir su desazón de espina aún clavada
donde el pecho aún ejerce su latido que emigra
a los equívocos del canto de las alondras envenenadas
por Caínes de fuego que nos habitan!.
III
Seré otra vez el Pedro de la historia
y será la voz de Dios marcándome la piedra
aquí levantarás mi iglesia , la de mis sueños
eso dirá y frente a esos altares
serán mis manos garras de águila poderosa
y el limo, una amalgama rutilante y extensa.
Dios, si me pensaste árbol, guíame hacia el bosque
si pinar o abedul , oriéntame los vientos
si me pensaste ave , puéblame de cantos
haz de mi ronquera hoy una garganta dulce
quítame las amenazas, la noche, las tristezas .
Quítame de los bolsillos mis hogares en ruina
quiero regreses al día en que hiciste el hombre
devuélveme las virtudes perdidas, la niña,
la que cantaba a los mares y a su espuma
cuando traía de regalo almas coralinas.
¡Quiero de vuelta tocar esas orillas!
se han desgastado sus rocas milenarias
quiero sentarme al amparo de la noche
a mirar constelaciones
¡en mi cuerpo sediento de milagros
tiende tu lienzo de estrellas
espárcelas sobre mi en asimétrica sábana!.
IV
Oh Tierra!, madre oscura y fértil
se nutren las raíces en tu vientre
Tú nos das luz y nos ocultas en tu seno
cuando el latido se detiene para siempre
Tú te llevarás mis ruinas y mi polvo
y arreciarán las noches azules imprevistos
Tormentas que vendrán, tal vez tendrán tus ojos
Manifiesto de justicia impreso
en lápidas desvanecidas en silente apoteosis
como estatuas ancladas en tormentas.
V
Me miraré las manos con locura
tal vez imaginando que un día fueron hábiles
que armaron barcos
guiaron caravanas
recogieron cosechas
dinamitaron piedras
acunaron niños
inventaron el amor
fueron milagro en las espaldas
hicieron música con las falanges enamoradas
hicieron de la arcilla un hombre y del hombre mármol
hicieron de la vid el vino y del vino la fiesta de las pieles
hicieron un pan terso y crujiente
para el hambre de mil hambrientos ángeles desnudos.
Tú los viste...
Mis huellas desgastadas hablarán de mis pecados
algunos más antiguos, otros ya borrados
dirán de mis mentiras, de mis ocios ,
mis cínicas tramas , mis tragedias
mi Hiroshima ardiente
y mis calvarios.
¡Más no te digo porque sé que Tú los viste!
mis manos serán perdonadas porque amaron
VI
Guárdate tus ruinas, me dirá la Muerte
mantiene tu poder y no seas esclava
es repentino y magro el darse cuenta
que a la puerta de Dios estás llegando.
Trémulo llanto me sacude de esta Vida
me juegan los deseos fecundos otra gris mentira
me esconderá la tierra con los cuerpos amados
me esconderá de los crueles , de los indiferentes
compartiré la tierra con los frutos , las raíces
las antiguas mujeres ya enterradas
una mujer más entre tantos restos milenarios
VII
Tenía que suceder
llega el día, me expulsan del sistema de la Vida
se acaba la delicia de carrusel de luces
el agua de sabores que mi boca bebía
la carne de cordero para mi hambre urgente
esos abrazos uno a uno recordados
los trenes, los hoteles, los aviones
el cruzar las calles corriendo , la lluvia
llorar bajo el paraguas, unos ojos que invitan
a correr a tientas tocando muros mojados
con el deseo cuerda, hilo tensando la espalda
Esa necesidad urgente de volverme pájaro
cuando canten los árboles su nana emocionada
esos vagones colmados que llevaron mi alma
que te lleven conmigo, amor mío
con mis secretos y mis lirios
a viejas prisiones , a las alambradas , a los nudos
de las piedras de Sísifo colgada de los cuellos
de los cisnes humanos prohibiéndoles ser amantes
esos cuervos traicioneros que trasladan germen
y devuelven huesos expulsados y ojos de niebla
que ya no miran horizontes y olvidan el respiro
Iré en esos mundanos transportes hacia la Nada
Olvidaré con los oleajes castigándome los costados
del cuerpo, olvidaré
el satén de mi cama, mi almohada abriga sueños
Los amores clandestinos y los limpios
Olvidaré los lenguajes que he perdido
para hacer inocente mi lengua que ha expresado
mi poema de amor errante en el pueblo de los oídos
donde no desafine la melodía de mi alma
Y mi lengua será perdonada
VIII
Usaré el pie descalzo para el viaje
El pie llagado, desnudo, donde se lean las rutas
Las incertidumbres y los relojes de la vida en las plantas.
El izquierdo con la muerte lenta, intraducible
El derecho maldiciendo ser el que guía la marcha
de las caravanas
el que bendice esclavos que castiga otra mano
que dirige el látigo.
Mi pie será perdonado....
IX
¿Qué saben de mi los que no han visto las antorchas
que iluminaron mi viaje, mi sendero, qué saben?
¿ Qué saben de mi los que no besaron mis labios
ni acariciaron mis sienes ni mis manos ?
¿Cuál será el desespero final para mi viaje
recorriendo el andén de los pasos heridos?
¿Cuál será la última melodía que me atrone al oído
el último poema que me ronde la memoria vacía?
X
Cuando ya no sea poeta, ni pescador, ni minero
Ni labriego, ni pintor ni maestro
Ni mujer ni hombre
Ni pastor de rebaño
Y solo una lluvia refresque todo lo antes contenido
En mi arena, en mi arcilla , en mi humus ,en mi lodo
Ahí cuando ya no sea
Ni flor, ni vid, ni labio, ni perdida ni errante
Solo un ave buscando la rama de olivo
Al pie de las últimas islas
En el bostezo primordial de los manglares
En las ensenadas
de los barcos de vela no encallados
y me silben los cantos de los vientos
a mis ojos, a mis labios, a mis oídos atentos
a lo que de mi transita sobre los días
aún con el vestido gastado
la cintura tatuada galopando noches
entre los coletazos de la luna
azotando las piedras con su brillo
muriéndome como una golondrina exhausta .
Allí
cruzándome los mares
superando el oleaje
llegaré al pie de los arrecifes
con piel de ángel o corazón de escamas
me sentaré en la piedra consagrada
dejaré el proscenio de los elegidos
y olvidando el norte que marquen las brújulas
desecharé el reino de los estuarios ciegos
que me negaron todas las promesas , ahí
cuando prefiera la arena de las multitudes
al oropel fastuoso
el pectoral de oro los pendientes
la mano con anillos de Saturno
la túnica de seda , la corona
estarán la tela de mis velas con lienzos de horizontes
y mis sandalias mágicas de pescador
atizando las brasas de los últimos fuegos...
XI
Así desnuda de esperanza
Con la muerte de los sueños que un día me habitaron
clavando mi cayado llegaré al pie de los acantilados
y en los signos amargos de las noches vacías
enterraré mi ala rota, estos versos heridos
el cuerpo perdonado
la garganta hambrienta de silentes bajeles
y los brazos hartos de flores impacientes
sobre la rama donde tiembla el canto de un ruiseñor....
En el borde de las piedras abismales
y besando la misma grieta donde he nacido
hundiré mis cabellos en el mar de los tiempos
para escuchar la última voz , el último alarido
el cuerpo que se despeña en el océano frío
y no habrá motivo , deseo o ilusión que me rescate
si el fuego de mi corazón herido va de muerte
y llevo en los bolsillos el polvo de mis ruinas…
Las sombras de mi estatura caminaran sensuales
moviendo sus caderas hacia la ciudadela de Alepo
donde domina el río la mirada del Sol
y llegará a mi piel el fuego pasional de los volcanes
incendiándome los ojos en el último adiós.
Marisa Aragón Willner
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Una y otra vez vuelvo a leerlo mi bella Marisa
Polvo y ruinas es lo que me habita, reconozco ese desgarrarme, en cada letra de tu palabra
Intenso y profundo dolor me alcanza vistiéndome en el ayer
Instantes interminables en que las alas del ángel negro roza la desnudez del cuerpo destrozándome todos los tiempos
Uno es viento de locura escapándose de las danzas esclavas de las manos
Uno es.
Es el alma trascendiendo más allá de las estrellas…
Celestial canto nos une y nos abraza sosteniéndonos, la mirada y la palabra.
Por siempre mi querida amiga
Mané