Las denuncias por violencia psicológica en el ámbito familiar continúan en aumento: la han sufrido 9 de cada 10 personas que se acercaron a la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación entre el 15 de setiembre de 2008 y el 30 de abril pasado. Suman ya 10.261 casos, que tienen como víctimas principales a mujeres y niñas (81%), y en menor medida a niños (el 66% de los varones).
"Siempre que hay violencia física, hay violencia psicológica.
La violencia doméstica empieza con el maltrato psicológico y va in crescendo hasta llegar a situaciones más graves –explica Analía Monferrer, a cargo de la OVD–. Se empieza con frases como 'No servís para nada', 'Sos una inútil'; después se pasa al empujón, a la cachetada, y a un ejercicio sistemático de la violencia, con consecuencias que pueden ser fatales".
Aún así, la OVD registró 1.926 casos únicamente de maltrato psicológico, por lo general amenazas, insultos, desvalorización y control cronométrico de los horarios. Lo grave es que, aún cuando suele ser el paso previo a los golpes y palizas, la mayoría de las mujeres no es consciente de que lo sufre.
"Detectamos el maltrato psicológico en su relato –cuenta Monferrer–. Cuando se les pregunta el motivo que las llevó a denunciar no hay un hecho detonante, sino que es histórico. Habitualmente llegan para denunciar violencia física, y en el relato encontramos también psicológica o económica, pero la mujer no las registra".
La psicóloga Ester Mancera, de la Fundación Alicia Moreau de Justo y de la Red Comunitaria contra la Violencia de Género, observa que esto ocurre "por la relación desigual que hay entre hombre y mujer, por esa cultura patriarcal que pone a la mujer en un lugar de inferioridad respecto del hombre. Está tan naturalizado que las mujeres 'tienen que' aguantar esas cosas, que no registran la violencia psicológica. La ven cuando ya están lastimadas y ya no pueden más. Al hacerles preguntas, en el relato va viendo cómo la violencia estuvo siempre; y eso permite poder mostrarle a la mujer este vínculo asimétrico en el cual estuvo, por lo común desde el noviazgo; es la antesala de la relación violenta, aunque ella generalmente lo registra a partir del golpe". "Se hace sentir al otro como un inútil por tanto tiempo, que la víctima se lo termina creyendo, y no hace nada", explica Monferrer.
Entre noviembre de 2009 y marzo de 2010 ha crecido el número de denuncias en la OVD. Monferrer lo atribuye a que hay mayor difusión de esa Oficina –que sólo atiende a víctimas que residen en la Capital–; pero "también porque las mujeres están más informadas de sus derechos".
Hasta ahora, sólo en Tucumán hay una oficina similar, aunque no atiende las 24 horas, los 365 días, como la OVD. Y se espera abrir este año otras dos en Salta y Santiago del Estero.
A partir de la denuncia, la OVD da intervención inmediata a un juzgado civil, para evitar que la mujer se arrepienta y permita al violento volver a su casa, aún con una prohibición de acercamiento.
Por eso, las víctimas también son derivadas a la Dirección General de la Mujer, que cuenta, entre otros recursos, con grupos de autoayuda.
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