CIDIPAL
Probablemente lo que lean a continuación les resulte increíble, pero esto ocurre en Medio Oriente.
Consideré que era importante reenviar esto para llegar a una mejor comprensión de lo que Israel debe soportar día tras día.
Jugué un papel decisivo en el establecimiento del Banco Nacional Israelí de Piel, que es el más grande en el mundo.
El Banco Nacional de Piel almacena piel para necesidades diarias, así como también para tiempos de guerra o situaciones de víctimas masivas.
Ese banco de piel tiene su sede en el Hospital Universitario Hadassah de En Kerem, en Jerusalén, donde me desempeñé como Director de Cirugía Plástica.
Así fue como me solicitaron proporcionar piel para una mujer árabe de Gaza, hospitalizada en el Hospital Soroka de Beer Sheba, luego de que su familia la quemara.
Es común que esas atrocidades ocurran entre familias árabes cuando las mujeres son sospechadas de mantener alguna aventura amorosa.
Proporcionamos todos los homos injertos necesarios para su tratamiento.
Fue tratada con éxito por parte de mi amigo y colega, el Prof. Lior Rosenberg, y luego fue dada de alta para regresar a Gaza.
Fue invitada, incluso, a realizarse seguimientos regulares en la clínica ambulatoria de Beer Sheba.
Un día, esa mujer fue atrapada en el cruce fronterizo vistiendo un cinturón suicida.
Tenía la intención de hacerse explotar en la clínica ambulatoria del hospital donde le habían salvado la vida.
Aparentemente, su familia le había prometido que, si hacía lo que le pedían, la perdonarían.
Este es sólo un ejemplo de la guerra entre judíos y musulmanes en la Tierra de Israel.
No es un conflicto territorial.
Es un conflicto de civilización, o mejor dicho, una guerra entre la civilización y la barbarie.
Bibi (Netanyahu) lo entiende, Obama no.
Nunca escribí antes pidiendo que por favor reenvíen esto, de modo que la mayor cantidad de gente posible que pueda entender
Probablemente lo que lean a continuación les resulte increíble, pero esto ocurre en Medio Oriente.
Consideré que era importante reenviar esto para llegar a una mejor comprensión de lo que Israel debe soportar día tras día.
Jugué un papel decisivo en el establecimiento del Banco Nacional Israelí de Piel, que es el más grande en el mundo.
El Banco Nacional de Piel almacena piel para necesidades diarias, así como también para tiempos de guerra o situaciones de víctimas masivas.
Ese banco de piel tiene su sede en el Hospital Universitario Hadassah de En Kerem, en Jerusalén, donde me desempeñé como Director de Cirugía Plástica.
Así fue como me solicitaron proporcionar piel para una mujer árabe de Gaza, hospitalizada en el Hospital Soroka de Beer Sheba, luego de que su familia la quemara.
Es común que esas atrocidades ocurran entre familias árabes cuando las mujeres son sospechadas de mantener alguna aventura amorosa.
Proporcionamos todos los homos injertos necesarios para su tratamiento.
Fue tratada con éxito por parte de mi amigo y colega, el Prof. Lior Rosenberg, y luego fue dada de alta para regresar a Gaza.
Fue invitada, incluso, a realizarse seguimientos regulares en la clínica ambulatoria de Beer Sheba.
Un día, esa mujer fue atrapada en el cruce fronterizo vistiendo un cinturón suicida.
Tenía la intención de hacerse explotar en la clínica ambulatoria del hospital donde le habían salvado la vida.
Aparentemente, su familia le había prometido que, si hacía lo que le pedían, la perdonarían.
Este es sólo un ejemplo de la guerra entre judíos y musulmanes en la Tierra de Israel.
No es un conflicto territorial.
Es un conflicto de civilización, o mejor dicho, una guerra entre la civilización y la barbarie.
Bibi (Netanyahu) lo entiende, Obama no.
Nunca escribí antes pidiendo que por favor reenvíen esto, de modo que la mayor cantidad de gente posible que pueda entender
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