El amor maduro obedece al principio: Me aman porque amo.
El amor inmaduro dice: Te amo porque lo necesito.
El amor maduro dice: Te necesito porque te amo.
Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar.
Cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento son mutuamente interdependientes.
La esperanza es paradójica. Tener esperanza significa estar listo en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida.
La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos.
Vivir es nacer a cada instante.
El peligro del pasado era que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots.
El lema publicitario es distinto nos demuestra esa patética necesidad de diferencia, cuando, en realidad, casi no existe ninguna.
En estrecha relación con el desarrollo de la capacidad de amar está la evolución del objeto amoroso. En los primeros meses y años de la vida, la relación más estrecha del niño es la que tiene con la madre.
Ajedrez: Una actividad donde los problemas deben ser resueltos: con la razón, con la imaginación y con la conciencia. Una necesidad de realizar, de que lo que se hace tenga impacto, despierte interés y sea objeto de una respuesta de los demás. El principio de efectividad se hace presente por el amor y el trabajo productivo.
Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad.
El sexo sin amor sólo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea.
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