He salido de la casa de los eruditos y he dado un portazo al salir.
No sólo ha salido de la casa, el énfasis está puesto en que ha dado un
portazo al salir. Terminó con los eruditos. No es éste el lugar donde
se puede encontrar la verdad. Este es el lugar donde se discute la
verdad, éste es el lugar donde se producen miles de hipótesis acerca de
la verdad, éste es el lugar en el que jamás se ha llegado a ninguna
conclusión.
Durante miles de años, los eruditos han estado
discutiendo hasta los más minúsculos detalles, pero nunca ha habido
una conclusión. Los eruditos son cáscaras vacías: hacen mucho ruido
pero ese ruido no tiene ningún significado. Discuten mucho, pero la
hipótesis acerca de la cual están discutiendo, sigue siendo una
hipótesis: ninguna discusión puede volver realidad una hipótesis.
Y por sobre todo, ¿cómo puedes discutir algo que nunca has
experimentado? Los eruditos son como los cinco ciegos de la fábula de
Esopo que habían ido a ver a un elefante. Obviamente no tenían ojos, no
podían ver al elefante, entonces lo tocaron. Uno le tocó los pies, otro
le tocó las grandes orejas, otro le tocó alguna otra parte y todos
declararon: "Ahora sé lo que es un elefante". El que le había tocado las
patas dijo: "Un elefante es igual que una columna". Y el que le había
tocado las orejas dijo: "Eres un idiota. Mi experiencia muestra que un
elefante es igual a un gran abanico". Y así, uno tras otro. No pudieron
llegar a ninguna conclusión. Y lo que estaban diciendo parece absurdo:
el elefante no es una columna, pero algo en el elefante es como una
columna: sus patas. Pero ellos al menos habían tocado alguna parte del
elefante.
Los eruditos están en una posición todavía peor. No
han tocado nada de la verdad, del amor, del silencio, de la meditación,
del éxtasis... ni siquiera una experiencia parcial... ¡y son tan
prolíficos en argumentos! Crean mucho ruido, se gritan el uno al otro.
Han estado haciendo eso durante siglos.
Zarathustra dice: He salido de la casa de los eruditos...
Es un lugar de locos: hablan de cosas de las que no saben absolutamente nada.
Los ciegos discuten una detallada información acerca de la luz, la
oscuridad y los colores, los sordos están hablando de música, los que
jamás han conocido un sólo momento de silencio, están creando un gran
sistema filosófico basado en el silencio.
Son muy precisos para las
palabras, el lenguaje, la gramática, pero esa no es la búsqueda de
Zarathustra.
Al salir dio un portazo, y para siempre. "La
erudición, la sapiencia, no es su camino... no es el camino de nadie...
es sólo para que los tontos se engañen a sí mismos.
NÍETZSCHE PARA LOS POBRES
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